El alerta naranja bajó a amarillo y la lluvia no trae mayores consecuencias

La tormenta que se esperaba para ayer por la tarde en Tucumán finalmente no fue tan fuerte como se esperaba. Y es que para la Provincia regía un “alerta naranja” por fuertes tormentas con fuertes ráfagas de vientos, que luego terminó bajando a “alerta amarillo”.

Así lo confirmó el director de Defensa Civil de la Provincia, Fernando Torres, quien se encuentra al frente del monitoreo de la situación. “Hasta el momento solo tuvimos una lluvia generalizada que no causó mayores inconvenientes y el ‘Alerta Naranja’ que se anunciaba bajó a ‘Amarillo’. En las zonas que más agua cayó -la del pedemonte tucumano- se registraron 42 milímetros como máximo al oeste de Famaillá”, afirmó.

Por otro lado, Torres especificó que los problemas que se registraron estuvieron relacionados con el viento. “La mayor cantidad de llamados al 103 tuvo que ver con denuncias de caída de tendido eléctrico por las fuertes ráfagas de viento, como así también con caídas de árboles en la zona del parque Avellaneda y calle San Luis al 700. Además, en Aguilares se denunció una voladura de techos en el barrio San Nicolás”.

Asimismo, el titular de la repartición explicó que desde Defensa Civil continúan monitoreando la situación y están atentos a la posibilidad que por la noche puedan registrarse nuevos fenómenos climáticos.

Entradas relacionadas

Deja tu comentario